sábado, 31 de marzo de 2012

Javier Lambán, líder socialista aragonés


Javier Lambán, líder socialista aragonés

(Artículo aparecido en “El Periódico de Aragón” en fecha 31.3.2012)

Javier Lambán es un político culto, laborioso, que posee una serie de criterios éticos nada despreciables. Ha ejercido, y sigue ejerciendo, diversos cargos en instituciones aragonesas y otros cargos orgánicos en el PSOE. Es concejal y alcalde en el ayuntamiento de Ejea, diputado provincial (ha sido presidente de la DPZ), diputado regional en las Cortes de Aragón, secretario general provincial en el PSOE de Zaragoza y… En todas sus responsabilidades ha cumplido con suficiencia y demostrado su dedicación y una enorme pasión política.

Hoy-mañana puede ser el secretario general del PSOE aragonés, con todo lo que ello significa orgánicamente pero, sobre todo, institucionalmente, pues tendrá gran influencia en la configuración de las listas socialistas para las elecciones en las diversas instituciones aragonesas. Y es en este aspecto donde yo quiero incidir especialmente.

1. En estos momentos, el PSOE en general y el PSOE aragonés en particular, está en una situación sociopolítica baja, si analizamos los últimos resultados electorales en España y en Aragón, pero sobre todo, por la desafección ciudadana. No vamos a entrar en las causas que han conducido a esta situación, por haber sido analizadas suficientemente en muchas aportaciones públicas. Las últimas elecciones en Andalucía y Asturias han supuesto una cierta resistencia socialista, pero más bien han explicitado la enorme sabiduría del votante español, que repudia el poder absolutista y la destrucción de su bienestar básico adquirido.

2. El futuro líder del PSOE aragonés debe tener la lucidez, inteligencia, ética y valentía suficientes para que merezca la pena trabajar en la reconversión socialista. Si el estilo y método de liderar el partido socialista aragonés va a ir en la misma línea que ha seguido hasta ahora, debería finalizar aquí mi reflexión y desentenderme de esa batalla. Pero yo deseo y espero que Javier Lambán, convertido en el líder socialista aragonés, suponga un punto de inflexión radical en la línea política a seguir.

3. Para ello debe marcarse unos objetivos y un estilo muy distinto al que el PSOE ha seguido hasta ahora, incluso objetivos, modos y formas que él mismo ha ejercido. Hasta ahora, su papel ha sido más rural que urbano, y su incidencia en la transformación de la administración pública ha sido colateral. A partir de ahora, como buen historiador materialista que es, debe hacer avanzar la historia. Debe analizar, comprender y transformar el papel territorial de la ciudad de Zaragoza. La dialéctica Zaragoza-Aragón debe superar la dimensión folklórica y victimista y convertirse en una opción estratégica que potencie a Zaragoza y Aragón.

4. También tiene que integrar las distintas sensibilidades socialistas existentes. Pero, sobre todo, debe integrar a la juventud progresista aragonesa. Hay que superar el abismo en que se encuentra. Tiene que comenzar a operar en la nueva perspectiva de la crisis que se instala en nuestras vidas. Para vencer cuantitativa y cualitativamente a la crisis hay que pasar a primera línea a los auténticos protagonistas de ella, los jóvenes desafectos, indignados y rebeldes ante la situación que sus mayores les hemos dejado. La Política, con mayúscula, es para gente inteligente, ética y audaz.

5. No hay que olvidar que el último objetivo de la política progresista es el ciudadano. Él es la razón de ser del político. Por lo que el objetivo principal de la izquierda debe ser crear las condiciones para que todo ciudadano tenga capacidad de emancipación. Hasta que esto no se dé, con un puesto de trabajo digno como herramienta imprescindible de emancipación, la política progresista habrá fracasado.

6. El nuevo líder socialista es suficientemente culto y está capacitado para modificar la manera de ejercer la res pública, ampliar y enriquecer sus alianzas políticas, sociales y técnicas, y emprender de una manera radical la reforma administrativa que precisa la administración aragonesa. En definitiva, puede traducir sus sueños platónicos iniciales en práctica política real, convertir su radicalidad juvenil en radicalidad democrática, que no es otra cosa que la defensa de la política.

7. Pienso honestamente que todo lo dicho es cierto y posible, aunque reivindico el derecho a equivocarme. Y advierto, para que no haya malas interpretaciones, que este texto está elaborado desde una perspectiva afectiva pero no menos exigente para el protagonista de este relato.

Mariano Berges, profesor de filosofía

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