sábado, 16 de enero de 2016

PACTOS POLÍTICOS PARA UN TIEMPO NUEVO (II)

Cada vez más, esto se parece a una partida de póker, en la que los factores internos y personales tienen más importancia que los factores generales y sociales. Cada cual (personas y organizaciones) juega desde la defensa de sus intereses sin tener muy en cuenta los resultados sociales finales.

En estos momentos, y teniendo en cuenta que la mayoría para ser investido la dan 176 diputados, se definen tres grupos posibles: 1) Grupo de derechas (PP + C´s =163); 2) Grupo de izquierdas (PSOE + POD (y sus socios) + IU =161); 3) Grupo de nacionalistas (PNV + EC + DiL + Bildu + CC = 26).  Una vez más los nacionalistas tienen la capacidad de otorgar la mayoría a la derecha y a la izquierda. Aunque también C´s, una vez comprobado que no tiene mayoría con el PP, podría pactar o abstenerse a favor del PSOE. Hay que tener en cuenta que a C´s no le interesa la repetición de elecciones. Parece, pues, más probable un pacto de izquierdas, con apoyo o abstención de los nacionalistas y/o de C´s, que un pacto de derechas. En cualquier caso, la capacidad de acuerdos y de bloqueos va estar en el Parlamento y no en el Gobierno. Aunque para una reforma constitucional, el acuerdo PP-PSOE es condición imprescindible. 

Como se puede observar, los supuestos son muchos y el tacticismo  es infinito. Seguimos con el cálculo de posibilidades. Si PSOE y POD no pactan, habrá que poner sobre la mesa las razones reales (casi seguro que ocultas) de cada uno. Yo pienso que hay una razón general y social para que el pacto de izquierdas sea posible y real: que es la única posibilidad de un gobierno progresista y alternativo a la derecha. Si añadimos razones de tipo táctico o interesado, Sánchez parece obligado a intentarlo porque, de lo contrario, sus enemigos internos lo descabalgan. Ya se sabe que los políticos de otros partidos son adversarios y los de tu partido son enemigos. En el caso de POD, puede pensar que unas nuevas elecciones podrían suponerle el sorpasso al PSOE, independientemente del perjuicio social general para los españoles y el fracaso político general. La famosa “línea roja” del referéndum catalán no deja de ser una coartada que justificaría la voluntad de no pactar e ir a una nuevas elecciones, pues el referéndum es imposible sin reforma constitucional, y ésta es imposible sin acuerdo PP-PSOE. Lo mismo se puede decir sobre la petición de cuatro grupos parlamentarios por parte de POD, que es una presión de los socios sobre POD y no un deseo propio. Cada vez está más claro que POD tiene solo 42 escaños y que los otros 27 son confluencias coyunturales y tácticas. Difícil equilibrio el de POD: nacionalistas-soberanistas en la periferia y social-españoles en la meseta. De momento no les va mal, pero este juego no se sostiene por mucho tiempo.

Si acudimos a la lectura de los distintos medios de comunicación, la guerra de intereses ideológicos y económicos es brutal. A los pocos días de la investidura del Presidente de Cataluña, la presión sobre Sánchez y el PSOE es tremenda para que apoye o permita la investidura de Rajoy. Sin tener en cuenta la legitimidad democrática que tiene Sánchez para intentar pactar un gobierno progresista y reformista con POD, sin hacer caso al grito de “que viene el lobo” por parte de los medios de la derecha (casi todos). Viene al caso recordar que Pepe Múgica, expresidente de Uruguay, procede de la guerrilla uruguaya y se ha convertido en el paradigma universal de la ética, la austeridad y el sentido común de un gobernante. Cuando a uno le toca gobernar en serio, sabe que todos los ojos están sobre él y que sus decisiones y explicaciones (o la ausencia de ellas) van a ser examinadas con lupa. Por lo tanto, dejémonos de tonterías y hablemos en serio de lo conveniente o inconveniente desde la perspectiva de la sociedad en su conjunto, y no usemos coartadas engañosas que lo único que buscan es la supervivencia de cada cual. Lo que realmente le interesa a la sociedad española es el contenido programático de una coalición de izquierdas.

Y si pareciera que unas nuevas elecciones son inevitables, porque a POD le interesa, tras todo el espectáculo teatral que vamos a ver durante dos meses, yo aconsejo al PSOE que, con su abstención unida a la de C´s, permita la investidura de Rajoy. La lista de razonamientos será larga y dolorosa, pero si se hace bien podría ser un ejemplo de responsabilidad política y sentido de Estado. No olvidemos que el Parlamento tendrá, como nunca ha tenido, toda la capacidad para bloquear los excesos del PP. Y entonces, o el PP hace una política reformista o el gobierno tendrá una vida muy corta. En cualquier caso, es la hora de la responsabilidad por parte de los políticos y también es la hora de la inteligencia por parte de los ciudadanos. Ya vale de cuentos.

Mariano Berges, profesor de filosofía


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